La alimentación razonablemente natural.

laminitisYa que nos basamos en el hecho de que el caballo está mejor adaptado al clima semi – árido, la dieta ideal sería la más parecida a la que pudiera encontrar en este clima. Por tanto, habría que evitar la hierba exuberante que tan abundantemente crece en nuestro clima cantábrico húmedo, porque el caballo no es una vaca y el alto contenido de azúcares de la hierba verde lo perjudica desequilibrando su metabolismo, exponiéndolo así a una de las afectaciones más comunes hoy en día entre los equinos: la laminitis.

La alimentación ideal que podemos proporcionar a nuestros caballos es la hierba seca de buena calidad, distribuida en pequeños montoncitos a nivel de suelo estratégicamente a lo largo del paddock paradise.
Otra opción es repartir la hierba seca en varios comederos lentos o redes con pequeños agujeros (ideal para los días de mucho aire). De esta manera el caballo va picando a lo largo del día, lo ideal sería que pudiera ir ingiriendo cantidades pequeñas a lo largo de, aproximadamente, 16 ó 18 h al día.

A parte de la hierba seca tenemos que ofrecer algún extra como la avena en cáscara, en cantidades muy reducidas, y algo de fruta y verdura (1% de la dieta diaria) y ramitas de árboles, cortezas y plantas medicinales.

El agua tendría que estar disponible las 24 h del día y si pudiera ser de origen natural, manantial o lluvia, mejor que mejor.
No tendríamos que olvidar el bloque de sal y de minerales también disponible 24 h al día. Sin embargo, el complemento mineral debería ser libre de melazas.